Ortra vez la mezcla racial

  • Esta es la máxima que lo determina todo: “Lo que somos y lo que, como pueblo, aun podemos llegar a ser, eso lo decide nuestra composición étnica” Todo aquel que no sea racista es un traidor a su patria, un traidor a su raza, un psicópata, un degenerado y un malvado, yo le acuso de alta traición y pido para él la pena capital.

    Ser racista es algo tan necesario que sin el racismo no podría explicarse la Historia, si uno sabe lo suficiente de Historia se dará cuenta que siempre ha ocurrido que un pueblo salvaje, bárbaro y no sedentario, terminaba por conquistar a otro pueblo que era de raza diferente y que era, sedentario y pacífico y siempre, absolutamente siempre el pueblo conquistador terminaba por convertirse en la casta aristocrática, guerrera y sacerdotal que dominaba y esclavizaba al pueblo sedentario, pacífico al que había conquistado. Toda la historia humana no ha sido otra cosa que una lucha de razas, esto es el principio de todo, este es el motor de la historia, sin racismo, ni siquiera hubiese habido Historia. Quien no esté de acuerdo con esto, entonces es que no ha entendido, o no sabe nada sobre la Historia y sobre la dinámica de poblaciones.

    Una raza humana es un grupo, o conjunto humano que se distingue clara y precisamente de los otros grupos por sus caracteres corporales, por su distancia genética, medida en la sangre y por sus actividades psíquicas, y que al reproducirse da siempre lugar a seres humanos que ofrecen idénticos rasgos que sus progenitores; y semejantes capacidades y actividades espirituales. ¿Quién pretende opinar que los negros de Sudán, que hablan inglés, sean de la misma raza que William Shakespeare?, ni tampoco imaginará nadie que Miguel de Cervantes Saavedra y los indios americanos que hablaban español y eran súbditos del mismo monarca, perteneciesen a la misma raza. La raza es un concepto biológico sobre el que nada pueden las leyes de los hombres.

    Nadie por muy poderoso que sea o por muchos decretos que dé hará que un hombre cambie su tipología racial; pero sí su condición de súbdito de este u otro país. También son suficientes una o dos generaciones y unas leyes enérgicas para que un pueblo aprenda y hable otro idioma distinto del que hablaba antes, y mejor veinte generaciones. Pero ¿ha cambiado con ello su raza? ¿los gitanos han perdido su tez morena, el negro azulado de sus cabellos, el negro obscurísimo de sus ojos, porque hablen español en España o sueco en Suecia? Es de tal evidencia que todo comentario resulta superfluo.

    Nadie puede, pues, cambiar de raza, aunque cambie de nación, de Estado o de idioma. Por ello es absurdo hablar de raza latina, eslava, germánica, soy de la tipología racial que delatará siempre mi anatomía, mi constitución, mi sangre, y toda la conducta psíquica, no el idioma, estado ni nación en que uno vive y habla. Yo niego que nadie que habite en España y no sea de raza mediterránea europea, raza celta o raza goda pueda ser llamado o considerado español, lo niego en absoluto.

    Las mezclas étnicas continúan progresivamente en todas partes. Cuando dos poblaciones de lenguas y de nombres diferentes, pero de origen étnico semejante, se fusionan, italianos y franceses de la raza mediterránea europea, escandinavos y alemanes de la raza nórdica, por ejemplo, no hay peligro en cuanto a la herencia de uno y otro grupo, guardan uno y otro sus cualidades propias y sus valores raciales, así como una homogeneidad psíquica. Pero allí donde la amalgama se produce entre dos razas muy diferentes, puede iniciarse un verdadero peligro para la Eugénica, porque cada raza tiene un alma que le es propia y que lo caracteriza, en cuanto a sus facultades psíquicas y de toda índole, si se produce un cruzamiento entre razas excesivamente diferentes, el mezclado resultante, tendrá un alma distorsionada, al confluir en él, herencias genéticas excesivamente diferentes.

    La introducción de sangre extranjera en nuestra sangre, provoca la imposición de sus cualidades propias, neutralizando las nuestras o haciéndolas desviar. Hay que mantener contra todo y contra todos la postura firme de que la mezcla racial de razas excesivamente diferentes, supone una catástrofe, porque anula el espíritu del pueblo, el espíritu y las disposiciones psíquicas que le son propias a ese pueblo, cada raza tiene un espíritu que le es propio, al mezclar razas excesivamente diferentes, el resultado puede ser terrorífico, para el espíritu del mezclado, que invariablemente estará distorsionado.

    En E.E.U.U., según las estadísticas existen 25.0000.000 entre negros y mulatos, el número de mulatos aumenta a un ritmo de dos veces más rápidamente que el de los negros ¿cuál es el valor de estos mezclados?; es muy mediocre si lo comparamos con los blancos, los negros y mulatos hasta ahora no han demostrado estar en condiciones intelectuales adecuadas, para no terminar cayendo en la asistencia pública, en la mendicidad o en el crimen, en 1.865 se abolió la esclavitud en E.E.U.U., a pesar de lo cual los mulatos y los negros no han sido capaces de desarrollarse en absoluto, quedándose como se han quedado rezagados con respecto a otras razas, que llegaron al país posteriormente, como por ejemplo, los irlandeses, italianos, los cuales sí han demostrado, que son capaces de avanzar, no sólo eso sino que llegando pobres de los países de Europa hoy se han convertido en la élite social e intelectual de E.E.U.U.

    Podría citar de memoria el nombre de 200 grandes hombres blancos a lo largo de toda la historia de la humanidad, pero no podría nombrar el nombre de ningún gran hombre negro, creo que esto demuestra claramente que hay diferencias cualitativas entre las razas y que esas diferencias son hereditarias.

    La violenta resistencia que han hecho numerosos blancos a la introducción de los negros y mulatos en cualquier círculo de la sociedad americana, está inspirada, sin duda, en un sano egoísmo; y muchos, de pensamiento débil, lo han censurado, ¿pero no se ha mirado también cómo un impulso del instinto racial, que inconscientemente, encuentra su origen en el terror a las consecuencias de estas mezclas humanas excesivamente diferentes, que disminuyen cada vez más el “poder étnico” de los blancos; con todas las depreciaciones de valores, todas las taras que puedan sobrevenir, todas las decadencias políticas: toda su repercusión sobre la Historia?

    También las civilizaciones mueren por aumento de la entropía, vean sino la cantidad de civilizaciones que han desaparecido víctimas de la mezcla racial, es decir, de un aumento de la entropía, corolario, las civilizaciones que mantienen su pureza racial no perecen. Un pueblo sin alma es solamente una multitud y un pueblo que carece de pureza racial no tiene alma. Dos medias verdades no hacen una verdad y dos medias culturas no hacen una cultura y la cultura es la destilación del alma de un pueblo, la cultura será grande sí el pueblo preserva su pureza racial, de lo contrario el resultado será una mezcla inconexa de medias culturas entrelazadas que sólo servirán para aumentar la entropía.


    El progreso no es un accidente, es una necesidad, una parte de la naturaleza, pero este progreso se ve aniquilado sí albergamos en nuestra tierra a las razas rezagadas, ellas serán para nosotros un pesado lastre y tirarán de la sociedad y de la civilización hacia abajo y sí son muy abundantes, terminarán por destruir la civilización. Negar un hecho es lo más fácil del mundo, mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho y el hecho es que la mezcla racial de razas excesivamente diferentes resulta un total fracaso, anulado la raza peor dotada todas las buenas cualidades de la raza mejor, el hecho es este, esta es la verdad, pero hoy en día mucha gente fanática se empeña en no querer ver la verdad, sí es que en realidad la verdad es algo que les importa, lo pongo en duda, los fanáticos antirracistas no se avienen a razones, no les importa no tener razón sino que se cumplan sus deseos, con los fanáticos no se puede razonar, hay que ser más fuerte que ellos, sólo siendo más fuertes que ellos conseguiremos que la razón se imponga y desaparezca para siempre la entropía racial que nos conduce inexorablemente hacia el abismo, haciendo de nuestra nación una nación fracasada.

    El antirracista está envilecido, no practica la virtud, el antirracista carece de orgullo racial, carece de dignidad, es un miserable. Es un desenfrenado sexual, le da lo mismo tener relaciones con una mujer de su raza que con una negra, asiática, india, judía, árabe, mora, gitana. Para el antirracista todo es sexo, y es un individualista, que sólo mira su satisfacción sexual, nunca ha pensado en la raza. Si él nunca ha pensado en la raza, nosotros no debemos pensar en él como compatriota, sino como enemigo del pueblo.

    Hermenegildus 29 may 2009, 04:57 - Denunciar
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Vivir en Austria y Xenofobismo

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