Chile se caracteriza por tener una cultura de negocios bastante conservadora. Se le presta mucha atención a la formalidad y a la deferencia.
Las reuniones de negocios y las situaciones formales tienen más etiqueta en los saludos que normalmente, incluye un apretón de manos y el intercambio de tarjetas de visita.
Según progresa la relación profesional, hay más espacio para saludos personales e interacciones, a menudo mediante un beso en la mejilla y más conversaciones informales. Los extranjeros que vengan de culturas en las que se hace hincapié en el espacio personal al hablar deben recordar que los chilenos suelen hablar muy cerca los unos de los otros y se considera de mala educación mantener una cierta distancia.
Dirígete a los nuevos clientes y a los colegas por su título y su apellido mientras no te digan lo contrario. Chile tiene un cierto sistema de clases que todavía se siente en el uso extendido de usted cuando hablas con aquellos que están por encima de ti en la jerarquía empresarial.
Como en otros lugares de Latinoamérica, los chilenos suelen mostrar una actitud más relajada hacia las citas y los horarios. El horario de oficina es normalmente entre 9 de la mañana y 6 de la tarde con un descanso de una o dos horas para comer.
La correspondencia por email o por carta suele ser más lento para los que están acostumbrados a ambientes empresariales con un ritmo más agitado. A pesar de la larga semana laboral que tienen muchos chilenos (suelen tener contratos de 45 horas a la semana), siempre merece la pena seguir las órdenes y las citas para asegurarse de finalizar a tiempo. Además, mientras se espera de ti que seas puntual en las reuniones y citas, vuelve a confirmar antes de la llegada y déjale unos 30 minutos al anfitrión para que llegue.