Lo que destaca de Chile entre otros países latinoamericanos es que no es necesario realizar una inversión mínima para obtener una residencia permanente.
Si tu residencia temporaria o tu visa de trabajo está a punto de caducar pero no quieres irte de Chile, puedes pedir una Permanencia Definitiva.
Para solicitar la residencia permanente en Chile, es necesario pasar un mínimo de 180 días al año en el país con una visa de residencia temporaria. Si pides una visa de trabajo, tienes que pasar dos años en el país de forma ininterrumpida. Los estudiantes con una visa de estudios pueden solicitarla después de dos años en el país con la condición de que hayan terminado sus estudios.
Cuando ya hayas pasado el máximo de tiempo permitido en Chile, debes solicitar la residencia permanente o volver a la visa de turismo.
La visa permanente es válida durante cinco años y se puede renovar de forma indefinida. Pasados cinco años, puedes solicitar la nacionalidad chilena o la doble nacionalidad sin renunciar a tu nacionalidad. Si te vas de Chile durante más de un año, te quitarán la residencia permanente.
Solicitar la residencia permanente es más o menos lo mismo que solicitar cualquier otra visa. Dos meses antes de que expire tu visa de residencia temporaria, tienes que presentar la documentación siguiente en el Departamento de Inmigración del Ministerio de Relaciones Exteriores en Santiago.
Si realizas la solicitud en un consulado fuera de Chile, tal vez que tengas que presentar documentos adicionales o menos documentos de los antes mencionados.
Pedir y recibir la residencia permanente en Chile tiene varias ventajas. Dos de las ventajas principales son:
Inconvenientes (o no, según como lo mires):