Si tienes tu propia compañía, si eres un propietario individual o por propia cuenta, debes pagar no sólo tu propio impuesto sobre la renta, sino también, quizás, un impuesto sobre las actividades de tu negocio; también todas las empresas españolas, pero no los empleados y los empresarios autónomos, deben pagar el impuesto sobre la empresa.
En España, existe un impuesto sobre actividades económicas (I.A.E.), que debe ser pagado por empresas, por autónomos y profesionales con una facturación anual de más de € 1 millón. Anteriormente era un impuesto local, pero ahora está bajo de la jurisdicción de las autoridades fiscales nacionales. El I.A.E tiene que ser pagada anualmente, independientemente del tipo o del tamaño de la empresa. Debido al límite de volumen de negocio presentado en 2003, para fomentar la creación de pequeñas empresas, la mayoría de las empresas no tienen que pagar este impuesto, pero, sea cual sea su volumen de negocio, debes inscribirte en el I.A.E, ya que tu negocio o profesión, debe tener una categoría de impuestos y un número de código (epígrafe), que se te asigna en el momento. El I.A.E, quizás sea reemplazado por un otro cargo en un futuro no muy lejano, porque las autoridades locales han perdido una cantidad muy grande de ingresos después de la introducción del límite del volumen de negocio.
El impuesto de la compañía que se aplica a las empresas (no sólo a empresas autónomas o a autónomos, a menos que no hayan formado una empresa). Se le conoce como Impuesto sobre Sociedades y se aplica a todas las empresas residentes en España por efectos fiscales, lo que significa que en la legislación española, que o tu sede se encuentra en España o que la sede de la administración se encuentra en España. El gobierno está dispuesto a alentar a las empresas extranjeras para que operen en España, por eso recientemente las leyes fiscales de la empresa han sido objeto de una serie de cambios para hacer más fácil su creación. También hay importantes incentivos fiscales para las empresas pequeñas y medianas.
Si tu empresa está constituida en España, tendrás que pagar impuestos por todos sus beneficios en todo el mundo, incluidos los ingresos por inversiones y transferencias de actividades, con una tasa del 35%. Sin embargo, si se presenta como una empresa pequeña o mediana, tendrás que pagar una tarifa reducida del 30% y si inicias un negocio en las Islas Canarias, puedes beneficiar de su sistema particular del impuesto de sociedades y pagar sólo entre el 1% y el 5% del impuesto de sociedades, según los requisitos.
Es aconsejable lograr una sociedad de contables con experiencia (Asesoría fiscal) para completar y presentar tu declaración del impuesto de sociedades. El impuesto de sociedades debe ser pagado dentro de 25 días a partir de la Asamblea General de la empresa, la cual se celebrará antes de seis meses a partir del final del año fiscal (31 de diciembre).