El gobierno se encarga del Sistema Único de Saúde (SUS) y éste lleva una amplia variedad de asistencia sanitaria gratuita a la que puede acceder, por ley, cualquiera persona que resida legalmente en Brasil, extranjeros incluidos.
El SUS cubre los gastos médicos y de laboratorio, el alojamiento en el hospital, la cirugía, la medicación y una excelente atención primaria para las familias de las zonas pobres.
La introducción a este sistema universal de salud se remonta a 1988, ya que hasta ese momento, solo se podía acceder al seguro sanitario de forma combinada con el empleo, dejando a un gran número de brasileños sin asistencia médica. Para ofrecer justicia e igualdad, el gobierno introdujo el nuevo sistema que está basado en numerosos subsistemas gubernamentales.
Sin embargo, a pesar de numerosas fuentes de financiación del sistema público, el presupuesto no es suficiente para cubrir los crecientes gastos. Como consecuencia, las condiciones hospitalarias y el equipo médico son muy pobres, hay falta de personal y largas listas de espera para cirugía y otros servicios. Por esta razón, el sistema público lo usan los más pobres mientras que todo el que se lo puede pagar, elige la cobertura privada.
Como extranjero en Brasil, deberías considerar un plan de salud privado adicional o un seguro de salud si no quieres correr el riesgo de tener que depender del tratamiento médico público que puede convertirse en una pesadilla, sobre todo si te pones gravemente enfermo.