El Contrato de Locação de Imóvel (Contrato de alquiler) normalmente se firma por una duración de 30 meses y hay que pagar un mínimo de un mes de alquiler como fianza.
Los contratos de alquiler cubren largos períodos de tiempo y suelen incluir varios costes adicionales así como un artículo que permite aumentar el precio del alquiler anualmente. Antes de firmar un contrato, asegúrate de comprobarlo todo con un abogado que hable portugués o con tu empresa. Existen los alquileres a corto plazo pero dependen del propietario y deben organizarse de forma individual.
Normalmente los gastos de los servicios no están incluidos en el precio y debes pagarlos aparte. Si vives en un condominio o en un apartamento con algunos servicios, debes pagar una tasa mensual para el portero, la seguridad, el ascensor o la piscina.
El gobierno brasileño tiene unos impuestos muy elevados sobre la vivienda que en muchos casos debe pagar el inquilino y si se hace cargo de ellos el propietario, el resultado son unos precios desorbitados para el alquiler. Presta atención a la letra pequeña y a todos los gastos extras que no se ven a primera vista. Asegúrate de que el contrato tiene un apartado que indica que los gastos en caso de reparación son responsabilidad del propietario.
Para poder alquilar una vivienda necesitas un avalista. Tanto el inquilino como el avalista deberán entregar algunos documentos antes de firmar, como prueba de ingresos, el CPF (Cadastro de Pessoas Físicas) o el CIE (Cédula de Identidade de Estrangeiro). La empresa del inquilino puede ser el avalista y esto también facilita la tramitación ya que una empresa le da más seguridad al propietario que una persona.
El contrato se renueva automáticamente si tanto el propietario como el inquilino no han dicho que se acaba antes de la finalización del contrato. El plazo de la renovación es normalmente de entre 12 y 30 meses más.
Salvo que se diga lo contrario, la persona que quiera finalizar el contrato debe avisar por escrito y con 3 meses de antelación, ya sea el inquilino o el propietario. El inquilino también puede avisar con 30 días pero perderá la fianza y puede que tenga que pagar una penalización.