Conseguir una línea de teléfono en Estados Unidos es bastante sencillo, y la mayoría de las casas ya la tienen instalada.
Cuando solicitas la línea puedes mantener el número del anterior inquilino o pedir uno nuevo. Muchas casas tienen enchufe de teléfono en casi todas las habitaciones, y si necesitas más puedes pedírselo a la compañía telefónica.
Para pedir la línea, llama a la compañía telefónica local (aparecen en las páginas amarillas en la guía del consumidor). Dependiendo del proveedor tendrás o no que pagar un coste de instalación. Lo que tardan varía según la ciudad y el proveedor, pero no suele ser más de un par de días.
Para solicitar una línea tienes que aportar la siguiente información:
Si eres un cliente nuevo y no te dan crédito, puede que tengas que pagar un depósito (normalmente de uno o dos meses de costes estimados). El depósito genera intereses y se te devolverá una vez que la empresa compruebe que pagas tus facturas.
Puedes comprar los teléfonos a la compañía telefónica. Si te vas a quedar un tiempo, puede ser más barato comprar tu propio teléfono. Puedes encontrar uno bueno por menos de $10 en tiendas grandes como Radio Shack o Best Buy, o incluso en supermercados y farmacias.
Las facturas de teléfono se te enviarán mensualmente. En ellas aparecerán los cargos del mes anterior según el tipo de llamada y su duración, detallando todas las llamadas. Si eliges una compañía distinta para las llamadas internacionales recibirás una factura distinta o se facturarán también las llamadas a larga distancia a través de tu compañía local.
Deberás abonar la factura antes de la fecha límite o se te cobrará un recargo por el retraso. Si no pagas la factura, la empresa te cobrará todo al mes siguiente más un recargo. Si sigues sin pagar, te desconectarán el teléfono. Para evitar este problema puedes domiciliar tus pagos y el importe de la factura será deducido de tu cuenta bancaria o tarjeta de crédito automáticamente. Para más información, lee nuestra sección de transferencias.