Para que una empresa pueda contratar a un ciudadano de fuera de la Unión Europea y conseguirle un permiso de trabajo tiene que demostrar que esta persona cumple ciertos requisitos para el puesto y que no hay otros candidatos de la UE.
No es imposible cumplir estas condiciones, pero la mayoría de las pequeñas empresas no están dispuestas a hacer el esfuerzo, ya que no les suelen faltar candidatos y el proceso puede llevar entre 4 y 6 meses. Para puestos directivos, profesionales informáticos y otro personal cualificado, es mucho más fácil cumplir los requisitos y una solicitud gestionada con la ayuda de la empresa se puede llevar a cabo más rápidamente.
Los permisos de trabajos se expiden a una persona en concreto para la realización de un trabajo determinado. Se utilizan para que las empresas británicas puedan contratar a trabajadores de fuera de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE), al mismo tiempo que se protegen los intereses de los trabajadores residentes en el Reino Unido
Puestos a simplificar, cualquiera que quiera trabajar en el Reino Unido y que no sea ciudadano de la UE/EEE o ciudadano suizo, lo más probable es que necesite un permiso de trabajo. Aunque hay muchas y variadas excepciones a esta regla, por ejemplo, los artistas, inventores, ministros religiosos y au pairs están exentos de conseguir un permiso de trabajo. Si crees que puedes pertenecer a la categoría de los que no necesitan permiso, puedes echar un vistazo a la lista en www.workpermits.gov.uk .
La empresa británica que quiere contratar a alguien es la que tiene que solicitar el permiso. Las solicitudes se tramitan en el Home Office (Ministerio del Interior), que es el departamento del gobierno británico que se encarga de expedirlos. Se recomienda que la empresa solicite el permiso por lo menos ocho semanas antes de la fecha en la que el empleado debe incorporarse al trabajo. Para apoyar la solicitud, suelen pedir documentos que demuestren que el candidato está cualificado y tiene experiencia para realizar el trabajo.
Los países miembros del Espacio Económico Europeo son:
Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Latvia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa y Suecia.