La Difamacion por Internet

  • la difamacion en internet
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    Usó Internet para una denuncia y lo condenaron por calumnias

    Un médico, con seudónimo, acusó a un colega de aceptar comisiones ilegales en una universidad · Pero las acusaciones resultaron falsas · Y se descubrió la identidad del denunciante · El caso sienta precedente
    CARL KAPLAN. The New York Times. Especial para Clarín.

    Un juez de Virginia, Estados Unidos, aceptó el veredicto de un jurado de recompensar con 675.000 dólares por daños y perjuicios al doctor Sam Graham, urólogo y ex profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory, que fue acusado en un panel de mensajes en el portal de Internet Yahoo, de aceptar comisiones ilegales mientras trabajaba en la universidad. Las acusaciones las escribió un individuo que utilizó el alias "fbiinformat" y que, más tarde, resultó ser el doctor Jonathan Oppenheimer, un patólogo residente en Nashville.

    El 25 de octubre un jurado determinó que Oppenheimer era culpable de difama ción y de ocasionarle a Graham angustia emocional. Para llegar a ese veredicto, el jurado concluyó que las declaraciones escritas por Oppenheimer eran falsas y perjudiciales para la reputación de Graham y que, al publicarlas, actuó con negligencia.

    Oppenheimer dijo en una entrevista que piensa apelar la sentencia. Reconoció que las declaraciones que hizo eran falsas, pero dijo que creía que eran ciertas cuando las escribió. "Si no revierten el fallo, me van a arruinar", dijo.

    Según los abogados, esta puede ser la primera condena por calumnia en Estados Unidos contra un acusado de publicar un mensaje anónimo en Internet.

    El caso también sirve como recordatorio importante, según los expertos, de que las reglas de difamación son tan aplicables online como en el mundo de los diarios y revistas.

    "Este caso demuestra que se puede responsabilizar a la gente de lo que pone en Internet aunque lo haga en forma anónima", dijo Lyrissa Barnett Lidsky, profesora de derecho y experta en difamación en el ciberespacio.

    "La gente tiene que entender que si hace declaraciones online que afectan la reputación de una persona, es mejor que se asegure de que esas declaraciones sean ciertas. De lo contrario, se los puede acusar de difamación", agregó.

    Según los documentos presentados en el caso, el doctor Graham renunció a su puesto en la Universidad Emory en julio de 1998 para trasladarse a Richmond, Virginia, y dedicarse a la práctica privada. Meses después, en febrero del 99, el siguiente texto apareció en un panel de mensajes de Yahoo dedicado a información sobre Urocor Inc., un laboratorio en Oklahoma: "Sam Graham se desempeñaba como director del Departamento de Urología de la Clínica Emory, en Atlanta. Urocor decidió cobrarle menos al Departamento por sus servicios de patología y ofrecerle a Graham una parte del dinero que recibía por hacer la patología. Esto funcionó bien hasta que al pobre tipo lo descubrieron con las manos en la masa y tuvo que renunciar a su prestigioso cargo". El mensaje estaba firmado por "fbiinformat".

    Graham se sintió "absolutamente afectado" cuando un amigo le contó lo del mensaje en Yahoo, recordó en una entrevista reciente. "Perjudicar el honor de alguien y pensar que se puede salir indemne sólo por hablar desde el anonimato es terrible", dijo. E inició una demanda legal.

    Después de 7 meses de investigación, los abogados de Graham lograron vincular a Oppenheimer con el seudónimo de transcripciones de una demanda legal anterior, no vinculada a este caso. En una de ellas, Oppenheimer, mientras trabajaba en Urocor, declaró que se había hecho pasar por "fbiinformant". Oppenheimer fue despedido de Urocor en 1997.

    Antes del juicio, Oppenheimer admitió que escribió el mensaje el 7 de febrero, y que el doctor Graham no fue obligado a renunciar a Emory. Durante el juicio, los abogados de Graham presentaron pruebas de que las declaraciones escritas por Oppenheimer sobre las comisiones ilegales eran falsas y difamatorias. También buscaron demostrar que Oppenheimer actuó irresponsablemente cuando publicó la información después de oírla de parte de un tercero, sin hacer los esfuerzos suficientes para verificar su veracidad.

    Kurt A. Wimmer, un abogado especialista en medios en Covington & Burling, un estudio legal con sede en Washington DC, dijo que el caso Graham no sería demasiado significativo si no fuera por el hecho de que es el primer caso de difamación en Internet de este tipo. Hay muchas áreas en el derecho donde los mundos offline y online se tratan de la misma manera", dijo. "La difamación es uno de ellos. Si uno difama a alguien en forma anónima y se descubre su identidad, se aplican las leyes de difamación y calumnia. Es así en Internet y es así fuera de Internet".

    Para Robert M. O''Neil, director del Centro Thomas Jefferson para la Protección de la Libre Expresión y profesor de derecho en la Universidad de Virginia, "el medio no marca la más mínima diferencia".

    Sin embargo, para la profesora Lidsky, de la Universidad de Florida, existe una gran diferencia entre los discursos difamatorios en el mundo online y en el mundo offline.

    Después de todo, si Internet no existiera, el acusado en el caso Graham tal vez habría hecho un comentario de pasillo y no habría existido ninguna demanda, explicó Lidsky. Pero en Internet, la gente que se compromete en este tipo de prácticas debe entender que existe la posibilidad de ser objeto una demanda legal.

    TRADUCCION DE CLAUDIA MARTINEZ

    Salsera Peruana 24 mar 2007, 08:25 - Denunciar
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