En esencia se debe a que los precios de los inmuebles en Bélgica nunca subieron tanto como en los países vecinos. En primer lugar, los bancos locales tienden a no prestar dinero si el prestatario ya tiene más de un tercio de sus ingresos destinado al pago de otras deudas. Además, en Bélgica el impuesto por la compra de bienes inmuebles es muy alto, con una cifra que varía entre el 10% y el 15%. Por último, los precios de alquiler en Bélgica no son muy altos debido a que el mercado de alquiler no es muy extenso, ya que normalmente el belga prefiere ser propietario que alquilar.
La estabilidad del sector inmobiliario privado belga atrae a inversores privados. Mientras que los impuestos sobre la adquisición de bienes inmuebles son altos, los impuestos derivados de la compra-venta como inversor privado son normalmente bajos si se traspasa la propiedad a una persona privada que vaya a usar la propiedad con fines privados.
No obstante, antes de que se embarque en este mercado es relevante que conozca sus características principales. Lo primero y más esencial es tener claro el tipo de propiedad que quiere comprar y el precio que está dispuesto a pagar por ella. Bélgica no funciona por el sistema de ofertas libres en las que usted puede retirarse cuando le plazca. Aquí la oferta normalmente es vinculante si ha sido aceptada por la parte que vende y es el inicio del proceso de compra formal (“Compromis de vente”).
En Bélgica, salvo algunas excepciones, las viviendas son adquiridas en el estado en el que se encuentran sin reclamación posible contra el antiguo propietario. Es conveniente que un experto en inmobiliaria compruebe el estado del inmueble antes de firmar nada. La remodelación de un inmueble antiguo o el cambio de su uso están regulados por estrictas leyes de urbanismo que deben ser tenidas en cuenta.
Una inmobiliaria, un experto en inmobiliaria y un notario son las partes habituales en cualquier transacción. Este último es indispensable, mientras que los dos primeros son frecuentes. Aunque la parte que vende lleve su propio notario, usted también tiene la opción de llevar un notario por su cuenta sin que esto repercuta en los costes notariales totales derivados de la transacción. Por lo tanto, es muy recomendable hacerlo así. Además, merece la pena solicitar con anterioridad una evaluación de la propiedad a un experto en inmobiliaria. Estos pocos cientos de euros le salvarán de pagar demasiado por una propiedad cuyo estado exacto puede desconocer.
Comúnmente, los bancos belgas están bastante dispuestos a conceder préstamos para la compra de un bien inmueble privado en Bélgica que cubran al completo el precio de la propiedad, sujeto a la aceptación del expediente de crédito del prestatario. Asegúrese de poder pagar los costes y los impuestos de la compra (aproximadamente un 15%) con sus ahorros. Si paga sus impuestos en Bélgica, podrá disfrutar de importantes ventajas fiscales por pedir una hipoteca para financiar la propiedad en la que vaya a vivir y, en menor medida, para una propiedad comprada para ser alquilada.
Dave Deruytter
Head of Expats & Non-Residents at ING Belgium
March 2016